sábado, 2 de febrero de 2008

Nada contra la piel de rana

Todos los ojos que estén repasando estas líneas y que hayan vivido en Lima o en alguna ciudad que emule su humedad sabrán exactamente a qué me refiero: 99% de humedad en invierno, la sensación de sentir que te están por salir escamas y una repentina simpatía por la clase anfibia y sus deribados.

Con este antecedente, leer que la piel de rana la echan al fuego, por un momento puede una imaginar como chispea la propia, y todo porque al zarevich le cuesta entender que la belleza de la ranita - Basilisa la sabia - va más allá de lo físico.
Ranita o no, Basilisa poseía talentos que Iván, como buen macho que es, prefirió pasar por alto para poder lucir por siempre una mujer bonita de su brazo. Pero no, Basilisa no es Julia Roberts. Otra verdad universal: no importa la raza, el idioma, la fantasía, ni el lugar de procedencia, al final todos los hombres son lo que son, tan sólo eso.

Finalmente, ¿qué diría la Rana René de esta historia? - crecí viendo Plaza Sesamo y The Muppets Show y deliré de risa las catorce veces (tal vez más) que vi los Muppets invaden Nueva York, y por eso me permito preguntar qué pensaría el títere verde de toda esta situación - ¿hay más historias de ranas?, ¿donde conseguir ancas de rana?. Se admite sugerencias.

1 comentario:

AAC. dijo...

io vivo en arequipa
y aca te salen grietas 0.o